10 diciembre 2010

Día 76. Sir Cordrim

¿Y qué mejor manera de celebrar tu nombramiento como caballero de Arturea que irte de fiesta a la discoteca de la universidad?

La verdad es que me hacía falta: irme de discoteca, beber, bailar, no pensar... A mí nunca me ha sentado muy bien pensar, siempre lo diré, pero últimamente no puedo evitarlo. Supongo que se puede denominar una crisis de identidad; no sé qué parte de mi vida es seria y cuál es un chistte, ni cuando voy a perder la poca cordura que me queda. Supongo que el hecho de darme cuenta y planteármelo ya es un paso... pero no es excusa. Espero que los pocos que sepan leer entre líneas me comprendan.

Quizás sean las cervezas de más que me he tomado hoy, pero tengo que desahogarme. No busco compasión, solo vomitar las palabras que me saben a bilis en la boca, echarlas para sentirme liberado y no volver a pensar en ellas en una buena temporada. Sé que este blog tiene intenciones de ser publicado, pero al fin y al cabo yo soy su dueño y maestro, y si en este momento lo que necesito es desahogarme lo haré. No será un texto muy cómodo de leer, pero no todo iba a ser pensado para el público, yo también me puedo querer un poco de vez en cuando y dedicarme una entrada.

Así que ésta va por mí, por mí y por todos mis compañeros (que no son pocos).

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