20 octubre 2010

Día 24. Nariz congelada

Hoy ha hecho mucho frío. Mucho. Pero ha sido raro, y me explico.

Cuando me desperté esta mañana pensé: "Mira que bien, no hay ni una nube, el sol brilla... Hoy me pongo una camiseta de manga corta y la sudadera del oso polar." Hasta aquí bien, pero nada más salir a la calle se me ha congelado la cara. Lo raro es que a pesar de las pocas capas que llevaba no tenía frío en el cuerpo, solo en la cara. Incluso hemos visto hierva congelada de camino a la facultad. No me quiero ni imaginar el frío que hará cuando nieve.

Poco a poco voy cogiendo el ritmo de las clases. Ya no me deprimo en The Essay los martes, estoy leyendo mucho para Writing Women... en fin, que me siento mucho más suelto; supongo que es lo normal.

Hoy he aprendido a imprimir cosas en la biblioteca. Y vaya vacilada de tecnología. Te vas a cualquier ordenador de la biblioteca, inicias sesión con tu cuenta y le das a imprimir cualquier archivo. Después te vas a cualquier impresora de la biblioteca, inicias sesión EN la impresora y te sale una lista con los archivos que mandaste imprimir. E incluso se puede mandar a imprimir a impresoras en otros edificios de la universidad. Y en Cádiz solo hay un ordenador antiguo para imprimir... va a ser duro volver.

Y ahora que tengo mi libro de D&D recién imprimido ya solo me queda terminar el personaje. Todavía no tengo ni el equipo ni el nombre, pero tengo buenas vibraciones del personaje, nos vamos a llevar bien.

Ya he conseguido hacer que el Ultrastar funcione bien. Me ha costado un poco, pero no ha nacido máquina que se me resista.

Hoy me ha pasado otra cosa buena. Me han dado una sorpresa que me ha encantado, y aunque no ha salido muy bien, el hecho en sí me ha encantado, y espero con impaciencia el día que me termines de sorprender. ^^

Y a ti te digo que echo de menos que te subas al escalón, nuestro escalón. Tu abrazo es el que más vale de todos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario